La Revolución de Queipa o Grito de Queipa (2 de marzo al 12 de junio de 1898), fue una guerra civil en Venezuela por motivo del fraude electoral de 1897, y en general por el caudillismo reinante en el país a lo largo del siglo XIX.
Durante el siglo XIX venezolano la guerra y la política estuvieron íntimamente ligadas. Usualmente las disputas ideologicas se resolvian en los campos de batalla debido a la debilidad militar del estado para someter a los caudillos regionales y la inexistencia de partidos políticos importantes que pudieran defender las demandas de la población por vias institucionales. Debido a esto la paz entre los diversos caudillos entre si y con el gobierno central dependia de la voluntad de estos.
Producto de esta inestabilidad política los fraudes en las elecciones se volvieron una simple excusa para que algún caudillo se alzase contra el poder central y la Revolución de Queipa no fue la excepción.
- Consecuencias:
A pesar que el gobierno de Ignacio Andrade había superado el episodio representado por la Revolución de Queipa, la situación de inestabilidad política continuó durante su gestión gubernamental. En tal sentido, la desaparición de Joaquín Crespo del panorama político el 16 de abril en La Mata Carmelera, aunque se tradujo en un factor favorable para Andrade ya que suponía una mayor libertad de acción, supuso también la aparición de nuevos actores políticos que buscarán ocupar el vacío de poder dejado por el Crespo. Dos de los personajes más importantes que surgirán durante este período son Ramón Guerra y Cipriano Castro.
Ramón Guerra ocupó el puesto de Joaquín Crespo como jefe de la primera circunscripción militar del país, teniendo como misión salir a combatir a El Mocho Hernández, a quien derrota en El Hacha, poniendo prácticamente fin a la guerra. Al regresar victorioso, Guerra aspira a la presidencia del Gran Estado Miranda (Aragua, Miranda, Guárico y Nueva Esparta); encontrándose con que Ignacio Andrade lo nombra presidente del estado Guárico. Burlado en sus aspiraciones se declara en rebeldía el 19 de febrero de 1899 en Calabozo, acusando a Andrade de violar todas las normas del vivir constitucional. La rebelión de Guerra fue finalmente sofocada el 22 de marzo al ser derrotado por el general Augusto Lutowsky. Ante esta situación no le quedó otra opción que la de huir a Colombia.
Derrotados los alzamientos militares de José Manuel Hernández y Ramón Guerra, el gobierno de Ignacio Andrade todavía tuvo que enfrentar un tercer movimiento armado encabezado por Cipriano Castro, denominado "Revolución Liberal Restauradora", el cual finalmente lo expulsó del poder el 22 de abril de 1899, dando inicio a una larga hegemonía: la Andina.
Como comentario final se puede concluir que quizás el aspecto más importante del movimiento armado liderado por el mocho Hernández, radique no en su desarrollo y posterior fracaso, sino en las consecuencias que tuvo en el panorama político de la última década del siglo XIX. Por un lado, la inesperada muerte de Joaquín Crespo en el combate de "La Mata Carmelera", asestó un duro golpe al Partido Liberal Amarillo al dejarlo sin el último de sus más sobresalientes líderes, lo que al final derivaría en la desaparición de dicha organización partidista. Por el otro, derivado del vació dejado en el poder por Crespo, surgieron nuevos actores políticos que buscarían ocupar su espacio; siendo Cipriano Castro el más destacado estos personajes, ya que no sólo derrocó a Ignacio Andrade sino que inició una etapa en la historia de Venezuela, marcada por la llega al poder de un nuevo grupo político y geográfico: los andinos.
-Mariana Balzán